Un delincuente que durante casi cuatro horas secuestró con un arma de juguete un colectivo con 37 pasajeros fue ultimado por un francotirador en el puente que une Río de Janeiro con Niteroi, una acción que fue celebrada con saltos y gritos por el gobernador del Estado, Wilson Witzel, como una victoria de su política de seguridad.
El secuestro comenzó a las 5.30 en un colectivo de pasajeros que cubría el trayecto Sao Gonzalo (Gran Río de Janeiro) con la ciudad maravillosa cuando atravesaba el puente que cruza la Bahía de Guanabara.
El hombre, identificado como Willian Nascimento, que trabajaba como vigilador privado, según la policía, llevaba una botella con nafta y amenzó con prender fuego el colectivo, que se detuvo en el medio del puente.
“Se desconocen los motivos del secuestro”, dijo el portavoz policial, coronel Marcio Flies.
Todos los rehenes fueron rescatados sanos y salvos. El secuestrador tenía un arma de juguete y una pistola taser.
Liberó a seis rehenes a cambio de agua para tomar arriba del colectivo pero fue alcanzado por el disparo de un francotirador que se había apostado arriba de un camión de bomberos en el puente Rio Niteroi.
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