Las autoridades de la provincia china de Hubei han confirmado que el número de muertes relacionadas con la propagación de un nuevo coronavirus, cuya aparición se vincula con un mercado de mariscos de la ciudad de Wuhan, situada en esa provincia, ha aumentado a 17.
Esta cifra casi dobla el número de fallecidos desde la última actualización por neumonía a raíz del peligroso virus.
Este miércoles, en Hubei se han registrado 444 casos de contagios. En un primer momento la Organización Mundial de la Salud y médicos chinos apuntaron al contacto con animales como la causa de contagio más probable, pero luego determinaron que el virus puede ser transmitido de humano a humano en el caso de contactos estrechos.
Ahora la Comisión Nacional de Salud del país asiático ya habla sobre la posibilidad “de mutación viral y una mayor propagación”.
Neumonía, el peligro principal
La neumonía atribuida al nuevo coronavirus es la complicación principal que se observa en los infectados y no destaca por ningún síntoma especial. Básicamente los infectados tienen fiebre, algunos experimentan dificultades para respirar, mientras las radiografías muestran cambios en los pulmones.
Como no se trata de la neumonía causada por bacterias, no se cura con antibióticos y el tratamiento es sintomático, no enfocado en la etiología de la enfermedad.
Mientras la Organización Mundial de la Salud aún evalúa la gravedad del actual brote de coronavirus, de momento no recomienda ningunas medidas específicas para los que viajen al país asiático y se pronuncia en contra de las restricciones de viajes a China.
¿Por qué el nuevo virus deja tantos infectados y hasta muertos?
Como en el caso de cualquier enfermedad provocada por cualquier tipo de virus, no existe ningún medicamento específico que ‘mate’ el virus como tal, y es nuestro propio organismo y sistema inmunológico que debe combatirlo. Los tratamientos existentes solo ayudan a aliviar los síntomas, pero no aniquilan el virus. Incluso los medicamentos antivirales no lo erradican y solo suprimen su replicación impidiendo la reproducción en células sanas.
Si bien solemos recuperarnos de la mayoría de los resfriados o gripe de naturaleza viral por los esfuerzos de nuestro propio organismo acompañados de un tratamiento sintomático, algunos tipos de virus son mucho más potentes y agresivos y el organismo no logra combatirlos por su cuenta, lo que puede desembocar en complicaciones y muerte, algo que ya sucedió durante el brote del ébola y se observa ahora en China con un nuevo coronavirus.
Las vacunas pueden dar protección contra ciertos virus, pero no en el caso de las infecciones provocadas por coronavirus humano. Por lo general, en estas situaciones los médicos aconsejan un tratamiento parecido al de la gripe: guardar reposo, tomar muchos líquidos y medicinas específicas para los dolores de garganta y fiebre.
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