En mayo de 2010 Kristine y su ex marido Michael Barnett decidieron ampliar su familia: adoptaron una niña ucraniana de seis años llamada Natalia Grace, que sufría un trastorno del crecimiento óseo llamado displasia espondiloepimetafisaria.
No obstante, esta etapa de su vida rápidamente se convirtió en una pesadilla con escalofriantes similitudes a la película de terror La huerfána. La pequeña que habían adoptado era en realidad una joven de 19 años con enanismo.
Aunque el primer año en su nuevo hogar fue relativamente tranquilo, al paso del tiempo la supuesta niña empezó a manifestar síntomas de inestabilidad mental. De acuerdo con la madre adoptiva, Natalia intentó asesinar a sus padres adoptivos en más de una ocasión: “Ella quería matarnos“. Según ha relatado Kristine al diario británico Dailymail, ésta intento empujarla contra una cerca eléctrica, envenenarla echando lejía en su café e incluso amenazó con apuñalarla a ella y a su marido.
Los Barnett, alarmados por su comportamiento, llevaron a la niña a un centro de salud mental. Durante la revisión, los especialistas le aseguraron a la pareja que la edad de su hija adoptiva era “claramente inexacta”. Los responsables del centro le explicaron al matrimonio que los dientes de Natalia, así como su desarrollo sexual, no correspondían para una persona de su edad. Uno de los especialistas incluso les aseguró que las pruebas demostraban que tenía más de 18 años.
A pesar del diagnóstico, Natalia permaneció con la familia hasta 2013, cuando los Barnett decidieron abandonarla. “Hacía dibujos en los que mostraba que quería matar a miembros de la familia. Quería enrollarnos en una manta y enterrarnos en un patio“, explica la madre. Añade que muchas noches no pudieron dormir hasta que ella no lo hiciera: “No podíamos irnos a dormir y escondíamos todos los objetos afilados“.
ARRESTAN A LOS PADRES ADOPTIVOS
Después de un tiempo, en el que Natalia intentó repetidamente acabar con la vida de sus padres y hermanos adoptivos, la familia se mudó a Canadá. Sin embargo, no la dejaron desamparada: le alquilaron un piso en el condado de Lafayette, en EEUU, le ayudaron a sacar un número de seguridad social y le dieron cupones para comprar comida. Varios años después, tras no saber nada de ella por meses, la pareja fue detenida por las autoridades de Indiana, EEUU, por abandono a un menor.
El arresto se produjo después de que Natalia declarara ante la policía en 2014 que sus padres la habían abandonado cuando tenía 11 años. Para reforzar su testimonio, la joven se apoyó en una supuesta prueba ósea realizada por un experto. Los resultados apuntaban que tenía ocho años cuando fue adoptada y 11 cuando la abandonaron. No obstante, las pruebas no coinciden con las obtenidas por la familia Barnett.
Actualmente, la familia y su hija adoptiva se enfrentan en los tribunales para desvelar la verdad. Mientras que Natalia Grace asegura que nació en 2003, la familia Barnett asegura que la “niña” pudo haber nacido en 1989 y podría tener hasta 30 años de edad.
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